lunes, 5 de julio de 2010

JOHANN SEBASTIAN BACH.





Johann Sebastian nació el 21 de marzo de 1685 (el mismo año que Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti). Fue un organista, clavecinista y compositor alemán de música del Barroco,
Su madre, Maria Elisabetha Lämmerhirt, murió cuando él tenía nueve años de edad, y su padre —que ya le había dado las primeras lecciones de música— falleció al año siguiente.
El pequeño huérfano fue a vivir y estudiar con su hermano dieciséis años mayor, Johann Christoph Bach, organista en Ohrdruf, una ciudad cercana.
Johann Sebastian Bach perteneció a una de las más extraordinarias familias musicales de todos los tiempos. Durante más de 200 años, la familia Bach produjo docenas de buenos ejecutantes y compositores (durante seis generaciones dio 50 músicos de importancia).

La obra de Johan Sebastian comprende tres períodos :
  • el primero es el de aprendizaje centrado en la música para clave y órgano ,
  • el segundo es el de maestría en el que asimila y es influido por la música italiana que le da claridad melódica, dinamismos rítmico y del estilo alemán que le brinda sobriedad, contrapunto complejo y textura interna, logrando así tener un estilo personal e inconfundible, adaptable perfectamente a todos los géneros y formas de su tiempo menos el género de la ópera. Adquiere un dominio técnico cada vez más profundo conforme pasa el tiempo.
  • El tercer período empieza en 1739 con la publicación de Clavier – Ubung III y concluye con la muerte del compositor, en este período se centra significativamente en la música instrumental, como haría después Beethoven.
    Los conciertos Brandemburgueses : se cree que se dieron a raíz de un viaje que hizo cuando habitaba Weimar, encontró probablemente en Meiningen al marqués Cristián Luis de Brandenburgo, aficionado a la música y es probable que le invite a componer obras para su coro.


Bach le manda muchos años después la siguiente carta escrita en francés:

Monseñor:


Hace ya algunos años tuve la dicha de hacerme oír de Vuestra Alteza Real, dándome cuenta entonces del placer que sentiais en los insignificantes talentos musicales con que el cielo se ha dignado favorecerme.

En el momento de la despedida, Vuestra Alteza Real me hizo el honor de encargarme que le enviara algunas obras salidas de mis manos, por lo que me he tomado, obedeciendo esta orden que me honra, la respetuosa libertad de llenar mis muy humildes obligaciones con los conciertos adjuntos, compuestos para diferentes instrumentos.

Al mismo tiempo os ruego humildemente que no juzqueis su imperfección con la severidad propia del gusto refinado que poseéis en materia de música. Os ruego os dignéis buscar en ellos, con la máxima benevolencia , el profundo respeto y la obediente sumisión que he querido testimoniaros.

En cuanto al resto Monseñor, ruego a Vuestra Alteza Real con toda la humildad que os debo, os dignéis tener la bondad de seguir interesándoos por mí, con la convicción de que nada me es tan agradable como seros útil en circunstancias más dignas y de más peso para vos; con el mayor entusiasmo, tengo el honor de ser, Monseñor, de Vuestra Alteza Real, el más humilde y obediente servidor,

JuanSebastianBach.

Al Markfraf de Brandenburgo, Christian Ludwig, los conciertos no le parecieron lo suficientemente buenos como para incluirlos en el catálogo de su biblioteca. El manuscrito de Bach pasó desapercibido hasta 1734, año en que fue vendido por una pequeña suma de dinero después de la muerte del Markgraf.

La instrumentación en cada concierto es diferente, pero en todos los casos el conjunto era demasiado grande para los músicos de Brandenburgo.

Concierto de Brandemburgo n.º 3 en sol mayor (BWV 1048)


Para 3 violines, 3 violas, 3 violonchelos y bajo continuo.


Movimientos
1. Allegro
2. Adagio
3. Allegro

El tercer Concierto de Brandemburgo es quizá el más popular de toda la serie.

Esta obra, escrita originalmente para 4 violines, 3 violas y 3 cellos fue arreglada a solo 3 violines, 3 violas, 3 cellos (más bajo continuo). La influencia italiana del segundo concierto se mantiene en el tercero, aunque con un cambio importante en el dipositivo orquestal, pues Bach prescinde en esta ocasión de los instrumentos de viento para dar todo el protagonismo a las cuerdas.

Todo aquí se construye a partir de unas células rítmicas mínimas que constituyen la base de los distintos temas melódicos, trabajados contrapuntísticamente, con los dos distintos grupos de instrumentos ora separándose, ora oponiéndose, ora uniéndose en un tutti.

Toda una lección, pues, de cómo puede componorse una obra partiendo de los elementos más simples y mínimos. Y para mínimo, el segundo movimiento, indicado Adagio en la partitura, pero que únicamente consta de dos acordes, uno inicial y otro final, por lo que se cree que Bach dejaba este espacio libre a la improvisación del intérprete, en especial del primer violin o del clavecinista encargado del bajo continuo.

En el tercer y último movimiento, la danza parece adueñarse de la partitura, casi como si se tratara de un tiempo de suite.


Cfrt.
(1) Wikipediahttp://es.wikipedia.org/wiki/Conciertos_de_Brandeburgo
(2) http://www.bachbrass.com/instruments/category.php?category=Trumpets&subcategory=Artisan%20Collection
(3) http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=948

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