domingo, 16 de agosto de 2009

La expresión y apreciación artística.








Los psicólogos y pedagogos Juan Amos Commenius, John Lock y Juan Jacobo Rousseau, hicieron notar que el arte puede servir como un elemento educativo, y es así que se empieza a despertar la idea del respeto al desarrollo individual en el terreno educativo.

En educación inicial y de acuerdo al nuevo diseño curricular nacional peruano la expresión y apreciación artística es parte del área de comunicación y se imparte desde el primer nivel de educación básica regular.

El arte para los niños significa un medio de expresión una puerta abierta que permite apreciar como es la forma personal de cada niño y como va desarrollando sus vivencias, sus emociones, como va descubriéndose a sí mismo, y a partir de ahí como se está viendo y relacionando con las personas y con el mundo que le rodea.

Los niños cuando están adquiriendo el lenguaje, se expresan de diversas formas, y comunican en forma no verbal aquello que les es más interno. De ahí la importancia de brindarles la oportunidad de aproximarse a diversos lenguajes como el musical, las plásticas, el arte dramático, utilizando el juego como recurso esencial de aprendizaje y expresión placentera, haciendo uso del cuerpo y el movimiento.

La apreciación tiene que ver con lo estético, el gusto y la valoración, ya que se presenta como “la capacidad que un individuo tiene para observar, escuchar, percibir, disfrutar, identificarse y externar su opinión sobre las diversas manifestaciones artísticas y culturales que conoce” (Almeida Silva).

Investigaciones realizadas por autores como Lowenfeld y Brittain profundizan sobre “el desarrollo de la expresión infantil, definiendo dentro de la etapa del garabato según la edad y la motivación del niño: “el garabato desordenado”, “el garabato controlado” y por último “el garabato con nombre”. Es durante esta etapa donde los gráficos que realice el niño tienen que ver con sus movimientos corporales.
La expresión plástica se convierte en una actividad kinestésica que disfruta por el hecho de realizarla y moverse.
A los cuatro años hasta aproximadamente los seis transcurre la etapa preesquemática, en la cual el niño comienza a crear formas, consciente. Trata de establecer relaciones con lo que intenta dibujar.

Es importante tener en cuenta que la producción gráfica del niño no puede desvincularse del proceso de percepción. Nos nutrimos de los que vemos, miramos, tocamos, escuchamos, aprendemos, modificamos, sentimos, vivimos” .
En aulas de inicial es importante rescatar la importancia de establecer dentro del horario del día momentos artísticos, y en la semana establecer como mínimo dos a tres sesiones .
Compartimos el siguiente documento :
Estrategias didácticas para el desarrollo de la expresión artística