lunes, 28 de junio de 2010

George Friedrich HANDEL








Nació en Alemania el 23 de febrero de 1685, muere en Londres el 14 de abril de 1759. El aleluya es su obra más conocida, escribe la pastoral de El Mesías.

¿Cómo compuso el Mesías ?
(Fuentes de internet y Wikipedia, base de datos 28 de junio)Posible adaptación para niños de 5 años, tiene magia.

Una noche como tantas de invierno en donde la niebla, el frío y los escasos transeúntes paseando su historia por las calles, sin rumbo fijo. Un hombre de unos 80 años caminaba muy dificultosamente : era Jorge Federico que arrastraba aún con las consecuencias de una hemorragia cerebral que le había paralizado el lado derecho. Su voluntad y las aguas termales de Aix-la-Chapelie le habían ayudado a recuperarse medianamente.

Había compuesto "Jerjes" y había triunfado en la ciudad de Niebla, pero las intrigas y los agitadores a sueldo interrumpieron sus óperas haciéndole perder el favor de los reyes y del público, caso que se repite tristemente, en la vida de los grandes hombres y de los grandes . Era un gran músico y un gran compositor.

Malos tiempos corrían para él, se le había retirado su pensión de artista; los teatros estaban demasiado fríos para organizar veladas musicales y, para colmo de desdicha, su inspiración, antes genial, estaba agotada .

- ¿por qué Dios me deja vivir si no puedo volver a crear ???
Se preguntaba en la penumbra de la noche triste en que las estrellas se asemejaban a un conglomerado inmenso de esperanzas lejanas e inalcanzables.

Llegó una noche cansado a casa, desmoralizado, y entro como autómata - ¿Alguna novedad? - preguntó a su fiel criado.

- Si señor : un paquete de un tal Charles Jenens . Lo tiene encima de la mesa en su despacho.

- Gracias...¿Jenens?..¡Ah sí, ya recuerdo el poeta aficionado!. Al abrir el paquete leyó con sorpresa el título de una obra : "Oratorio sagrado" y hojeó, indiferente sus páginas, hasta que topó con esta frase : "Fue despreciado y rechazado de los hombres". Sus ojos recuperaron la vivacidad y siguió leyendo emocionado "El confió en Dios..Dios le dará reposo". De pronto se sintió transfigurado : volvía a oir en su alma las melodías que las musas le habían negado. "Yo se que mir Redentor vivió. Regocíjate. ¡Aleluya!.




Arrancado por un súbito impulso fue hacia su despacho y empezó a escribir frenéticamente en el pentagrama. Continuó escribiendo horas y horas. De cuando en cuando se ponía de pie y dando grandes pasos por su aposento exclamaba alborozado : ¡aleluya!, ¡Aleluya!, mientras le caían abundantes las lagrimas.

Su criado estaba aturdido. Al llevarle el desayuno, ya al amanecer, encontró al maestro inclinado, como la noche anterior, escribiendo atropelladamente. Temía que perdiera el juicio. Veinticuatro horas después duró esta labor agotadora. Apenas descansó y comió.

Su único gran compañero fue un bien afinado clavicordio.

Terminada la genial composición durmió por más de 12 horas seguidas y al despertar despachó al médico que había sido llamando en previsión de un fatal desenlace.

Sobre la mesa yacía el mejor Oratorio que conoce la historia de la música "El Mesías". Es el tributo de un hombre que al ver a su Dios encarnado, muerto y resucitado recobró la fe y la esperanza perdidas . Se estrenó en Dublín con gran éxito que los ensayos permitían augurar. De ahí pasó a Londres donde al ponerse en pie los reyes, y co ellos la concurrencia, al entonarse el coro del Aleluya se inauguró una costumbre que perdura hasta nuestros días. Haendel fue conocido por toda Europa y dejo a la posteridad la memoria de una gran obra musical y una alentadora lección de esperanza.